¿Tiene algún sentido derribar estatuas de racistas?

Derribar estatuas es la nueva moda y la última hazaña reivindicadora. Las protestas en EE.UU. y en Europa han disparado una ola «revisionisa» del pasado. Algunas de las efigies atacadas pertenecen a Cristóbal Colón, a Wiston Churchill o a diversos generales sureños de la Guerra Civil Estadounidense.

¿Cuál es el propósito de los vándalos? Echar abajo supuestos mitos de la cultura y la historia, acabar con el legado de personajes que encarnan supuestos ideales, cuando en realidad, eran racistas, o colonizadores, o asesinos, o todas las opciones anteriores.

¿Tiene algún sentido? En lo absoluto. La historia no se puede modificar a mandarriazos. Ya otros con muchos más medios lo han intentado, como los soviéticos o los nazis, pero al final todo vuelve a su cauce.

¿Fue Colón un racista? Sí. ¿Fue Churchill racista? Sí. ¿Fueron los generales confederados racistas? Sí, claro que sí.

No son buenos tiempos para Churchill en Inglaterra

Pero hay que ver las cosas en su contexto. Todos eran racistas en la época de Colón, en la de Churchill o en la de la Guerra de Secesión. El crímen habría sido no serlo.

Este hecho no desmerece la gesta de Colón o la resistencia inamovible de Churchill a Hitler. En cuanto a los generales sureños, quizás es más complicado. Sin embargo, son parte del acervo de muchas regiones estadounidenses y en tal caso, ¿no fue Abraham Lincoln, liberador de los esclavos, racista también? El honesto Abe hasta propuso enviar a los negros liberados a algún rincón de América Central. No le encantaba la idea de tener que convivir con ellos.

El problema con destruir estatuas es que quienes lo hacen, buscan imponer una narrativa histórica maniquea: solo hay buenos o malos. Los buenos son los que apoyan ellos. Los malos, todos los demás. Pero no hay seres humanos con grandezas y miserias.

La comediante Hannah Gadsby decía en uno de sus monólogos que el mundo no podía seguir rindiendo tributo a quienes habían tenido una moral cuestionable. Señalaba en concreto a Pablo Picasso por su misoginia. Gadsby se sentía agraviada por ello, especialmente porque siendo mujer y lesbiana, había sufrido hasta lo indecible en su país natal, Tasmania. El mismo razonamiento esgrimen quienes tiran estatuas hoy.

Su rabia es comprensible. Pero si la humanidad se pone a revisar la moralidad de todos sus ídolos, habrá que tirar todas las estatuas y esconder todas las obras de arte. No se enseñará a Nietszche porque también era misógino, no se leerá a Dostoyevski porque era antisemita y se tirarán abajo las estatuas de Bolívar porque también, ¡oh, sorpresa!, era racista.

Cambiar nombre de calles, ciudades o tirar abajo estatuas no modifica lo que pasó. Lo bueno y lo malo.

5 comentarios en “¿Tiene algún sentido derribar estatuas de racistas?

  1. En Argentina eso se llama «justicia solcial». En dos siglos tal vez tiren las estatuas de todos los que no son veganos, ecologistas o abiertamente feministas.

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  2. Tirar estatuas y destrozarlas, si me parece tonto, pero tampoco es que me parezca la cúspide del razonamiento tener a gente digamos extremadamente controversial (o gente en general) en un pedestal a plena vista de todos en una calle que usualmente tiene mucho valor histórico. Si la mayoría de gente quiere mover las estatuas, me parece excelente, que se vayan a un museo, destruir una estatua no soluciona nada (ni me parece que borra la historia algo tan insignificante como esa acción).
    En sí, con lo que tengo problema es que se ponga gente en un pedestal, porque si algo sabemos de la historia es que no solo una persona es responsable de una sola acción. Por ejemplo, Churchill, sí, fue la cabeza digamos de la resistencia nazi, pero a la vez, no todas las personas que lo influyeron para la resistencia o le dieron ideas merecían reconocimiento? Hay estatuas de ellos? La verdad no sé jaja, pero lo dudo la verdad, lo que sí puedo afirmar es que no hay ninguna estatua a algún tripulante random de La Pinta, La Niña o la Santa María. A mi parecer hacer estatuas ya es muy del pasado, no hay que endiosar gente con cosas como estatuas, lo que no quiere decir que debemos conocer (y reconocer en los casos respectivos) lo que hicieron o como actuaron en cierto momento. Simplemente una estatua me parece algo innecesario y excesivo.

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  3. Las estatuas deben ser solo para las personas que merecen un reconocimiento por contribuir al desarrollo del ser humano. Para el solo recuerdo de los esclavistas bastan los museos y los libro de historia.

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  4. Voy a citar a v de la película de v de venganza.
    Un edificio es un símbolo, como es el acto de destruirlo. Los símbolos reciben poder de las personas. Solo, un símbolo no tiene sentido, pero con suficientes personas, volar un edificio puede cambiar el mundo.»

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